La demanda de product designers (o diseñadores de producto) ha crecido en los últimos años en el mundo del diseño y la tecnología, y en cuanto a desarrollar un nuevo producto digital (páginas web, aplicaciones móviles…) se refiere.
Y es que ya no se buscan perfiles que se dediquen exclusivamente a ofrecer un diseño alineado con las necesidades del usuario o a una experiencia de uso satisfactoria, si no que se buscan perfiles capaces de ofrecer una solución de diseño que tenga en consideración y entienda el propio producto y todo su contexto.
Interaction design foundation define que un product designer participa en las cinco fases del proceso de design thinking + la definición de los roadmaps del propio producto.
Es decir, un product designer participa en todo el proceso de vida de un producto, colaborando en la definición de los objetivos, creando roadmaps, alineándose con negocio y aportando una solución de diseño que responde a las necesidades de los usuarios (aquí es donde entra en juego el design thinking) pero que además tiene en cuenta las limitaciones técnicas del producto y el contexto del mercado donde se va a lanzar.
El entorno de trabajo de un product designer sigue una metodología agile, donde se pueden hacer interacciones contínuas y planificar mejoras del propio producto, colaborando siempre con otros perfiles dentro de un equipo multidisciplinar.
Debido a la filosofía de mejora continua, el testeo y la medición de datos es una constante importante en el día a día de un diseñador de producto.
El término ha sido heredado del diseño industrial, por lo que si buscas en Google por las palabras clave “producto designer” posiblemente la imagen resultante será la de una persona boceteando un coche, una cámara fotográfica o cualquier otro producto físico.
Cuando empezó a referirse también al producto digital, todavía había algunos diseñadores que incluían la palabra “digital” al referirse a su rol. Hoy en día, está tan extendido en nuestro mundillo, que ya resulta innecesario.
La diferencia principal entre un Product Designer y un UX Designer, es que el primero participa en todo el ciclo de vida de un producto digital. Además tiene una visión global y estratégica que le permite aportar una solución de diseño alineado con los intereses de negocio, las necesidades del usuario y la capacidad tecnológica para llevarlo a cabo.