Una política es un conjunto de principios, normas, reglas y procedimientos que guían la toma de decisiones y acciones en un ámbito específico, como puede ser el gobierno, una empresa o una organización. Las políticas establecen un marco para tomar decisiones y abordar problemas de manera coherente y consistente, y su objetivo es lograr ciertos objetivos y metas previamente definidos.
En los últimos años, ha habido un cambio en la forma en que las organizaciones diseñan y desarrollan políticas. Debido a la creciente complejidad y la necesidad de operativas más sostenibles, las organizaciones han adoptado una serie de prácticas de diseño de políticas que involucran técnicas innovadoras de diseño participativo y pensamiento sistémico.
Una de las prácticas emergentes en el diseño de políticas es el diseño participativo, la cual implica trabajar con las diversas partes interesadas, para diseñar y desarrollar políticas que sean más inclusivas y efectivas. El diseño participativo se basa en la idea de que las personas que están más cerca de los problemas que se están abordando tienen un conocimiento más profundo de ellos y pueden aportar ideas y soluciones valiosas.
Otra práctica emergente en el diseño de políticas es el pensamiento sistémico, el cual implica comprender cómo los diferentes componentes de un sistema interactúan entre sí y cómo los cambios en un componente pueden afectar a todo el sistema. El pensamiento sistémico es importante en el diseño de políticas porque permite una comprensión más profunda de los problemas que se están abordando y ayuda a diseñar soluciones más efectivas y sostenibles.
Incluir un enfoque desde el diseño en la elaboración de políticas permite un enfoque más holístico y centrado en las personas que se beneficiarán de ella con respecto a los procesos tradicionales de elaboración de políticas. Además, el diseño también promueve mediante la participación la diversidad de puntos de vista y crea un entorno que facilita la identificación y mitigación de potenciales puntos de exclusión social.
La diversidad y la inclusión son valores fundamentales en el diseño y se reflejan en la inclusión de múltiples perspectivas y experiencias en el proceso de diseño, lo cual lleva a soluciones más inclusivas y equitativas para las personas y comunidades afectadas por las políticas.
En la actualidad, hay una tendencia en alza de diseñadores multidisciplinarios participando activamente en el diseño de políticas y servicios públicos. La incorporación de diseñadores en estos campos ha demostrado ser muy valiosa, ya que los diseñadores aportan habilidades y enfoques únicos que pueden mejorar significativamente la definición e implementación de políticas y servicios.